NOELIA SANABRIA

Gastrónoma Profesional Generación 2012

¿Qué te llevó a estudiar gastronomía?
Siempre me gustó la cocina porque fue parte de mi familia; mi abuela cocinaba mucho y mi madre también. Al finalizar el liceo comencé a estudiar Psicología y un tiempo después también Gastronomía, sentía que la cocina era un pendiente que debía explorar.

¿Por qué elegiste Crandon?
Fui a asesorarme a varios lugares y en Crandon me gustó cómo me atendieron, también me gustó el programa. Y la trayectoria de la Institución fue una garantía. Evalué varias opciones y me decidí por Crandon.

¿Qué fue lo que más te gustó de la carrera?
Al principio la Cocina Caliente y cuando conocí la Repostería pasó a ser mi pasión; actualmente trabajo como repostera casi exclusivamente.

¿Cómo ha sido tu trayectoria laboral?
Mientras cursaba primer año trabajé en el Comedor de Crandon, y cuando terminé el primer año de Gastronomía Profesional me fui a hacer temporada a Punta del Este y trabajé en La Bourgogne. No tenía experiencia y me tocó trabajar en uno de los restaurantes más importantes del Uruguay. Fue una experiencia intensa, aprendí a trabajar en equipo y bajo mucha presión, también aprendí de qué se trata la cocina francesa. Fue un trabajo muy exigente.

En segundo año trabajé como pasante en la Cafetería de Crandon y al finalizar la carrera trabajé en el restaurante de unos conocidos también en Punta del Este. Fue más distendido, sin lugar a dudas, pero igualmente interesante. Trabajábamos muchas horas y yo me encargaba de la Repostería. Me tocó ser parte de un equipo con dos muy buenos cocineros, así que aprendí muchísimo.

Después de esa temporada mandé mi currículum al Club de Golf y a la semana me llamaron, tuve mucha suerte. Comencé inmediatamente y trabajo en las entradas y la Repostería, pues conforman un mismo sector.

¿Qué es lo que más te gusta de la Repostería?
Que es un trabajo minucioso, delicado, con muchos detalles. Hay que prestarle mucha atención a la decoración y a la presentación. Es arte.

¿En qué te inspirás?
Tengo libertad para crear, así que miro, observo, imito. Pruebo recetas del curso, como afuera y experimento combinaciones. Investigo mucho porque quiero aprender más.

¿Cuál es el postre que más te gusta preparar?
¡El que más me gusta comer: el cheesecake! Me gustan mucho los postres individuales porque implican cuidado y esmero.

¿Cuáles son tus perspectivas?
Quiero tener un proyecto propio, un café-restaurante, algo chiquito que pueda servirme para crecer. Por ahora estoy adquiriendo experiencia.

¿Qué te dejó Crandon Gastronómico?
Una formación profesional como cocinera; no solo el aprendizaje, sino cómo presentarme y desenvolverme. Ya en la primera experiencia sentía que tenía el conocimiento básico, más allá de tener que adaptarme al lugar.

¿Por qué recomendarías Crandon Gastronómico?
Porque es un lugar serio, una escuela con profesionales responsables con buenos profesores que se preocupan por los estudiantes.