Un siglo con mucho sabor, artículo publicado en noviembre de 2016
En 2016 se celebra un siglo de la primera clase de cocina en el Instituto Crandon. Cien años atrás, una de las docentes a cargo de la Institución dictó la primera clase de cocina. Miss Malvin era misionera metodista, había nacido en los Estados Unidos y tenía formación en una disciplina muy fermental en su país de origen: la «economía doméstica».
En un pequeño salón del edificio de la calle San José (donde se ubicaba la Institución), Miss Malvin impartió una clase de cocina para dos alumnas en una pequeña habitación que había sido acondicionada para tales fines. Hay muy pocos datos al respecto, en los registros históricos no se mencionan qué materiales había en aquel salón, tampoco el nombre de las alumnas ni la receta que Miss Malvin preparó.
La “economía doméstica” o “administración para el hogar” (home economics) surgió, como campo de estudio interdisciplinar, en los Estados Unidos a principios del siglo XX. Sus creadores —mujeres principalmente— procuraban aplicar las ciencias y la filosofía en la mejora de la vida cotidiana. Se trataba de ubicar al individuo y a la familia como eje en torno a diversos temas: la salud; la cocina y la nutrición; el hogar (la limpieza, la costura, la ropa, el diseño y amoblamiento); la gestión del dinero y la educación del consumidor; la cocina y la nutrición; las relaciones familiares; etc.
Los diversos temas que conforman la “economía doméstica” se sumaron tempranamente a la currícula de Crandon, no solo a instancias de las misioneras norteamericanas. La Mtra. Cecilia Güelfi, fundadora del Instituto Crandon, planificó en 1879 un programa de estudios que incluía “costura, manejo de la máquina de coser, corte y labores”.
Miss Malvin continuó con aquellas clases en el precario recinto y años más tarde, cuando la Institución se había mudado al edificio de las avenidas 8 de Octubre y Garibaldi, pudo hacerlo en un moderno laboratorio de Economía Doméstica. En este se impartían clases de cocina y de otros temas que conformaban el programa de la asignatura: administración, cocina, nutrición (con especial énfasis en la dieta balanceada), cuidado personal y hábitos, manualidades, quehaceres del hogar.
La “economía doméstica” fue tomando vigor y se afianzó como una asignatura que ha caracterizado al Instituto Crandon. Los exalumnos de las más diversas generaciones recuerden un método ordenado y riguroso para estudiar, trabajar y manejarse en el hogar (cómo tender la mesa y la cama, ordenar la ropa, lavar y planchar), y en particular rememoran las clases de cocina. Junto a las clases, se inició un programa de extensión con fuertes lazos en la comunidad (en Montevideo y en el interior del país). A través de clases y cursos externos, demostraciones, programas de radio y de TV, las misioneras primero y las docentes uruguayas después enseñaron un concepto y un método para preparar alimentos. Por ello, las recetas y las clases de cocina de Crandon se han caracterizado por su sencillez, practicidad y eficacia.
En diversas ocasiones, las profesoras a cargo de la asignatura Economía Doméstica realizaron recetarios con diferentes fines. En particular, en 1946 se preparó un “libro de cocina con recetas a base de maíz” solicitado por ANCAP para la exposición que el ente realizó en el Subte Municipal. Ese libro de cocina fue el antecesor del Manual de Cocina del Instituto Crandon que se publicó en 1957. El Manual, un verdadero best-seller, cuenta con más de 30 ediciones y miles de ejemplares vendidos.
El desarrollo editorial en el ámbito gastronómico no se limita exclusivamente al conocido Manual, sino que la Institución ha desarrollado la Colección Gourmet que cuenta con dos libros: Carnes y Panes. Este último se lanzó en mayo de 2016 y en tres meses agotó su primera edición.
En la actualidad, Crandon Gastronómico es el área a cargo de los cursos de Economía Doméstica que forman parte de la currícula de Primaria y Secundaria del Instituto Crandon. Además, desde hace casi veinte años ofrece cursos técnicos en Gastronomía con titulaciones de 1 y 2 años y una oferta muy amplia de cursos cortos. Los cursos en Gastronomía, Repostería y Cocina de Crandon Gastronómico son reconocidos por sus sólidos programas, elevada formación teórica y abundante práctica. La innovación, la calidad educativa y una rica historia de 100 años son, además, sus cualidades más significativas.