VIRGINIA GUTIÉRREZ

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VIRGINIA GUTIÉRREZ
Virginia_Gutiérrez Gastrónoma Profesional
Generación 2016

Virginia Gutiérrez dice que ama la gastronomía y el brillo de sus ojos lo confirma. Además, su llavero es un batidor de alambre, sus descripciones culinarias son precisas, con texturas y llenas de sabor, y en su foto de perfil de WhatsApp siempre hay una foto relacionada con la cocina.

Tiene 26 años, nació en San José de Mayo (San José) y vivió en Nueva Helvecia (Colonia). C cocina desde que era niña. «Siempre me gustó abrir la heladera e inventar. Iba desde la heladera al fogón. En casa, mi madre nos hacía las tortas de cumpleaños, que ahora preparo yo. Vine a Montevideo hace siete años sin saber en realidad qué quería. Estudié diseño de modas en la UTU y lo terminé. Pero no era lo que me gustaba y entonces empecé a hacer cursos cortos de repostería. Hice varios y un día mi prima me llamó y me dijo que iba a estudiar en Crandon. Fue como una revelación», cuenta con entusiasmo.

 

¿Qué sabías de Crandon Gastronómico?
Conocía el Manual porque mi madre cocina con él. Tiene el de tapa azul y toda la vida ha cocinado con esas recetas. A pesar de que mis padres conocían Crandon, no sabía cómo decirles que quería estudiar ahí. Me había recibido hacía poco, pero no me había gustado. Estaba en la búsqueda de mi vocación y fue complicado encontrarla.

 

¿Cómo te fue en el curso?
Fue lo mejor que me pudo haber pasado. El grupo fue espectacular y el segundo año fue el mejor. Lo decían los profesores también. Había un trato increíble, un ambiente hermoso. Estudiar en Crandon Gastronómico me abrió muchas puertas: ¡pude trabajar en MasterChef Uruguay! Me llamaron para la preselección de la primera temporada de 2018 y fue una experiencia increíble.

 

¿Cuál fue la asignatura que más te gustó?
Ahh, no hay una en especial, todas fueron muy importante. Sacando las de cocina, ¡Francés me encantó!

En diciembre de 2017, Virginia terminó el curso de Gastronomía Profesional y el verano siguiente trabajó en el este, como encargada de la cocina de un hotel. Luego viajó a Francia y asistió a un curso en Lyon, en el Instituto Paul Bocuse. «El curso tuvo dos partes: repostería y cocina francesa», explica con detenimiento. «En lo salado trabajamos en pequeños grupos y en repostería de a uno. Preparamos postres con presentaciones que nunca imaginé que podía hacer y con productos increíbles. Hicimos obras de arte que después te daba pena comer».

 

¿Cómo fue esa experiencia?
Después de Crandon, Paul Bocuse fue lo mejor que me pasó. Fue increíble, desde el lugar (que es un castillo), cómo tenés que ir vestido y hasta el comedor para los alumnos. La comida y cómo estaba servida, los platos y la presentación. El curso de Lyon fue imponente.

 

¿Estabas preparada?
Sí. En un principio tuve miedo de no estar a la altura. Pero no fue así y, además, nos ayudábamos entre los alumnos.

 

¿Recomendarías Crandon Gastronómico?
Sí. Por todo. Por la gente, por el curso que es excelente y por las posibilidades que te da. Fueron dos años increíbles. El trato fue excelente, encontré gente muy linda y encontré mi vocación.

 

Virginia llegó a Uruguay en junio, pues recorrió parte de Europa luego de asistir al curso en el Instituto Paul Bocuse. En la actualidad, trabaja en Pecana ―en el local de Punta Carretas que abrió recientemente― y es responsable de las preparaciones saladas, aunque cada día, al llegar, debe despachar las meriendas hasta la hora de la cena. «Es un lugar que se mueve mucho y con un menú que cambia todo el tiempo. Todo un desafío al que le pongo todas las ganas», cuenta con entusiasmo.

 

Noviembre 2018

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